Seguidores

lunes, 1 de agosto de 2011

Capítulo 7: Cena.




Llegaron a casa de Sarah sobre las siete de la tarde, después de pasear y ver cada rincón del centro comercial. La tarde se había hecho amena, no habían vuelto a hablar de Jorge, cosa que Lena había agradecido, porque mencionar su nombre le oprimía el estómago, en cambio hablaron de libros, de películas y de cosas que a Jorge no le gustaban pero a Lena sí. Aunque intentase que no todo tuviese que ver con Jorge, muy en el fondo, todo lo relacionaba a él.
-Ha sido alucinante -comentaba ella- el parque al que hemos ido me recordaba a Roma.
-¿Has ido a Roma? -le preguntó Vic.
-No... pero he leído libros.
Vic sonreía y caminaba con tranquilidad, se preguntaba si Lena se había dado cuenta de lo bien que se llevaban, de que podían hablar durante horas y no se cansaban. La verdad era que, al conocerla, no pensó que pudiese abrirse tanto a él en tan poco tiempo.
Lena continuaba hablando, y al darse cuenta de que Vic miraba al suelo y parecía no prestarle atención, preguntó:
-¿En qué piensas?
Y Vic se lo dijo.
-En lo bien que nos lo hemos pasado hoy.
Lena sintió que se sonrojaba. De vez en cuando se preguntaba a sí misma en qué estaba pensando al demostrar tanta confianza a un desconocido.
-¿Tú no te lo has pasado bien? -le preguntó Vic, mientras atravesaban la entrada principal de la casa de Sarah.
-Sí. -respondió Lena inmediatamente.- Claro que me lo he pasado bien.
Se quedaron en silencio tras distinguir la silueta de Jorge en la puerta de la casa, estaba apoyado en la pared, fumando.
Empezaba a llover.
-Habéis tenido suerte.-dijo Jorge, cogiendo el cigarro entre sus dedos- justamente empieza la tormenta cuando llegáis a casa. -Le dio una calada a su cigarro- estábamos preocupados.
Por su tono de voz, Lena supo que no estaba preocupado.
Vic le sonrió y le hizo un gesto con la cabeza en forma de saludo.
-¡Lena! ¿Dónde estabais? -exclamó Sarah, asomando por la puerta- en la tele han dicho que viene una tormenta y estaba asustada porque no habíais llegado.
Sarah abrazó a su amiga para susurrarle al oído ''todos estábamos preocupados'', y darle un apretón poco disimulado en el brazo. Lena no supo cómo interpretar aquello. ¿Se refería a que en realidad no habían estado preocupados? ¿quería hacer notar que Jorge había estado preocupado por ella? ¿solamente quería decir que estaban preocupados y punto?


                                                                       

Miró su reloj, eran las nueve menos diez, y sonó el timbre de la casa. Lena sabía que ese día iban a tener una cena de tipo familiar, y no dejaba de resultarle incómodo ser la invitada y tener que asistir a una cena en la que todo el mundo se conocía entre sí menos ella. Bueno, ella y Nicole, Sheila, y Jorge... solamente pensar que pasaría aquella semana conviviendo con Jorge se le hacía extraño. Lo supo desde el primer día, pero no había tenido tiempo para pensarlo mucho gracias a los paseos que había dado con Vic, que en el fondo agradecía mucho. Vic también se debía aburrir en aquella casa, no hablaba con nadie más que con ella...
-¿Pero qué haces así? -se oyó gritar a Vic mientras se abría la puerta.
Sarah y él la miraban desde fuera de la habitación, con una mueca de disgusto. Lena abrió los ojos como platos, sin comprender.
-Tienes que bajar a cenar, Lena -dijo Sarah- y no puedes bajar vestida así.
Lena se miró los pantalones y las zapatillas, y se sonrojó.
Vic se rió. Intentó no hacerlo pero no pudo evitarlo.
-No le digas eso -dijo, ya más tranquilo- está muy guapa.
Sarah se encogió de hombros y se marchó lentamente, no sin antes hacer un gesto extraño a Lena que, otra vez, no supo exactamente cómo interpretar.



                         
Sorprendió a Lena ver a Rubén sentado en la mesa. Era un chico que iba al instituto con ella, primo de Sarah. Muchas veces él se acercaba a hablar con ella cuando estaba sola en los descansos, a pensar de que él siempre iba rodeado de gente y ya tenía muchos con quienes hablar.
Tal vez fuese familiar de Vic, ahora que lo pensaba.
-¿Conoces a Rubén? -le preguntó Lena a Vic, señalando al chico, que llevaba una camisa a cuadros y unos pantalones pitillo oscuros.
-Claro... Claro que le conozco. ¿Por qué?
-Por nada. -dijo ella- es que os parecéis mucho.
Vic hizo una mueca de extrañeza.
-Qué va, no nos parecemos, es un poco pijo, yo no soy nada de eso, ¿no?
Lena le miró seria por un momento, y luego sonrió.
-Si lo dice el chico que se va de compras...
Vic le dio un suave empujón en el hombro.
-No por irme de compras soy un presumido, necesito ropa, ¿o prefieres que vaya desnudo?
Lena puso los ojos en blanco y negó con la cabeza. Había empezado a llenarse el salón de gente, todos se saludaban con la gente que llegaba, y tanto Lena como Vic estaban en el centro, mirando, sin hacer nada.
Ella había notado que algunas señoras la miraban por encima del hombro. No supo qué hacer, no tenía ni idea de que aquella cena familiar/navideña sería importante, y era la única que no llevaba vestido o una chaqueta bonita. Vic la miraba de reojo, miraba a las tías de Sarah, y volvía a mirar a Lena de reojo.
-Te queda muy bien esa ropa. -le susurró al oído- si nadie más la lleva es porque a ti te queda bien. Yo a ellas no las veo metidas en unos vaqueros.
Lena se ruborizó, otra vez. Y otra vez no fue capaz de decirle nada.
La cena transcurrió normal, Lena no tenía que hablar mucho, Vic tampoco, pero a ambos les resultó extraño que Sheila no estuviese presente. Era una invitada, pero todos se encontraban allí menos ella.
Vic le dio un codazo a Lena, señalando a Jorge con la cabeza, y dijo:
-Sheila es una chica guapa. No me extrañaría que hubiese encontrado a otro, Lena.
Lo había dicho lo suficientemente alto como para que Jorge lo oyera y les dedicase una mirada asesina.
A Lena le había sentado algo mal, pero en el fondo le había parecido divertido.
Así era todo con Vic, amargo: a veces divertido, y a veces cruel pero divertido.